Fue un primer concierto lleno de flecos que recortar y virutas que limar, pero se transmitió lo que se pretendía transmitir, y el respetable lo pasó bien. Al fin y al cabo, de eso se trata… ¿no? El público se divirtió, los músicos -y yo también- se divirtieron, y el inefable jefe del local se quedó contento. Tampoco resulta complicado que las cosas salgan bien en un sitio como el palaciego Cismán Rock’n’Blues, donde contamos con un trato exquisito y unas cualidades óptimas.
Hemos comenzado chillando mucho, como los bebés guerreros, aunque espero que eso nos haga mejor banda, aunque no lleguemos a buenos chicos. Nuestro debut ha sido accidentado, y también divertido, lo que vaticina -o eso espero- que no habrá divorcio prematuro. Empezamos -o empecé- titubeantes, pero sabemos aprender de los errores, tanto como disfrutar de los aciertos. No sé si llegaremos lejos, pero tampoco es lo que pretendemos. Seguiremos compatibilizando la diversión con el aprendizaje: lo vamos a pasar muy bien, pero intentaremos hacerlo lo mejor posible.
Gracias a quienes asistieron, y también a los grandes músicos que se dejaron invitar -Julio “Colín”, Pepe Delgado y Chiqui Mingo”- y sobre todo a mis compañeros -y sin embargo amigos-, auténticos artífices de que Chema, Jose, Joaquín, Nico y un servidor, podamos llamarnos hoy Mr. Lucky y Los Hermanos Roncha.
© Lucky Tovar